El coche fantástico

Los 80 son, como sabéis, una fuente inagotable de nostalgia para cualquier treintañero que respire.

El otro día recordaba con mi tia Aurora su antiguo Renault 5 (en el que me llevaba cuando no medía más de metro y medio). Sus coches siempre han sido muy especiales, no sólo porque hice muchos viajes en ellos sino porque todos lucían una estética peculiar que me transmitía un esfuerzo por diferenciarse, algo que siempre me ha atraído. Nunca vi por Barcelona otro Renault 5 parecido, en este sentido creo que el color fue determinante. El otro que tuvo, el Volvo, era como un avión y más parecido al coche fantástico que éste, sólo que no saltaba. No recuerdo un lugar con más migas de pan por cm2 que los asientos de ese coche.

El otro día estaba un poco triste, por eso esta entrada se la dedico a ella; porque es lo que Marta llama una Superwoman; porque es buena en su trabajo y en su familia, porque siempre es amable, porque sabe hacer fácil lo difícil y porque cuando hay un problema busca la solución con una sonrisa.

Ahora tiene un nuevo Toyota Prius de color negro que me encanta.